QUIERO VOLVER A MONTECARLO
- David Canales
- 3 may 2019
- 2 Min. de lectura

Los años de bonanza económica han acabado abruptamente y como todo lo que llega fácil de igual manera se va muchas agencias de intermediación inmobiliaria vivieron su agosto y de un día para otro tuvieron que echar el cierre. A continuación una caricatura de lo que se vivió durante esos años locos, de dinero fácil y que como todo sueño tuvo su brusco despertar.
¡Que calor hace! pensé esta mañana antes de ponerme la camisa, la corbata y los zapatos puntiagudos a juego con el traje y salir rumbo al trabajo... El consuelo que me quedaba era que al menos hoy no tendría que salir a empujar timbres puerta a puerta por el barrio. Tocaba la primera reunión del año con el jefe y la mañana sería corta entre objetivos, balances de la temporada anterior y la entrega de la “piochita” que me acreditaba como “el comercial del año”. Es que lo de la venta se me da bien. Pero ¿Cuánta pasta querrá para este año el jefe? No imaginaba lo que me esperaba ... El 2008 fueron 180 mil euros en ventas. El 2009 con la crisis en ciernes 210 mil... y así hasta ahora pero las cosas ya no son como antes...El jefe todos los años se iba con su mujer a la famosa convention de la franquicia, celebrada en Montecarlo con los spaggettis de Milán, ¡Qué grandes. Si hasta iban a los partidos de la Champions. Y a tribuna¡ Yo nunca pude ir. Un mes me faltaron 5 mil euros para lograr un objetivo y me quedé con las ganas...

Hubo Audi nuevo... fiestas, cenas y regalos. Lo bueno es que cuando llueve todos nos mojamos, así que gracias a lo que vendí cobré las nóminas al día y con las comisiones nos pudimos ir con las crías y la jefa de vacaciones a Torrevieja ... ¡Qué bonito es el Mediterráneo!Pero últimamente no he visto el Audi, creo que gasta mucho; el mandamás ya no se pone los trajes de Armani, ni las corbatas de seda; más bien viste vaqueros y polos de marca, a la notaría no vamos desde hace meses; cuando viene el casero a cobrar estoy sólo y tengo que darle las explicaciones... nos han cortado la luz y el teléfono un par de veces por no pago y las nóminas, uffff... las nóminas... tardan y tardan ...Cuando me vestía me imaginaba en Montecarlo, en el lujo y la ostentación, pensé en mi jefe feliz por los logros, y que gracias a mis ventas podría al menos cobrar el mes y seguir así hasta que encontrase un nuevo trabajo.Pero no. En la reunión no hubo ni balances, ni objetivos, ni siquiera piochas... La oficina cierra, no hay para sueldo, y creo que tampoco expectativas de algún nuevo trabajo, pero lo peor de todo es que El no podrá volver a Montecarlo.
Entrada publicada el viernes, 26 de agosto de 2011. D.C.
http://el-retro-visor.blogspot.com/2011/08/quiero-volver-montecarlo.html
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